El concepto social de un barrio
El desarrollo del Archivo MEVECA partió de la base de una investigación teórica. Me interesan los elementos que componen un barrio, yendo más allá de sus límites físicos o administrativos. El barrio es más que un tramo urbano definido, es tanto un espacio físico como social.
Para comprender el concepto de un barrio, primeramente se analizan las raíces lingüísticas de la misma denominación. La Real Academia Española coloca el origen del término barrio a la base de la expresión árabe hispánica bárri ‘exterior’ o del árabe clásico barrī ‘salvaje' (http://dle.rae.es/?id=58tzLGO), ambas palabras con relación al espacio fuera de la ciudad. Este espacio está demarcado por una red vial, es un conjunto que presenta ciertas características que son: el centro de la ciudad, la periferia y territorios fronterizas (Londoño, 2001). Con el tiempo se acumulan estos espacios demarcados que se relacionan de manera espontánea, creándose la ciudad. El barrio entonces se redefine como parte de un todo (Gravano en: Fadda y Cortés, 2007).
Alejándose de una mera definición topográfica, los autores Gallestegui y Galea también describen la idea de límites simbólicos de un barrio. Los límites simbólicos representan una posible diferencia de los límites administrativos del lugar. Este es la idea de barrio en la percepción del ciudadano, integrando así un componente social (Gallestegui y Galea en: Fadda y Cortés, 2007).
El sociólogo francés Raymond Ledrut radicaliza este concepto ya en los años setenta, diciendo que “el barrio, como la vecindad o la colectividad territorial, es una realidad sociológica o no es nada” (Ledrut en: Gravano, 2005). Entonces, la noción de barrio conecta dos componentes de características físicas y sociales. Lo físico se define por las circunstancias en que se habita el territorio y la naturaleza del mismo, mientras que la componente social se expresa en lo que aprecia y siente el vecino referente a su barrio (Gravano, 2005). Londoño habla además de un sentimiento de pertenencia que desarrolla el residente como ser social en la vida comunitaria. Se solidariza con el entorno colectivo definiéndolo como mi o nuestro barrio. El vínculo entre ambos factores que conforman el barrio (y que lo distinguen de otros), existe en la integración de los elementos físicos – las redes viales, los edificios o espacios públicos – en la vida cotidiana del habitante, cumpliendo con las demandas del vecindario en el caso ideal (Londoño, 2001).
Un tercer elemento esencial del barrio, aparte de su espacio físico y escenario simbólico-social, es la funcionalidad estructural asociada a los comercios, la industria y la cultura que existen en ello. Gravano define el mundo barrial como “mundo que se sustenta […] en el uso de lo urbano” (Gravano, 2005). Son los usos urbanos específicos y los diferentes hábitos de consumo que diferencian a los barrios y que le dan una función propia a cada uno (Gravano en: Fadda y Cortés, 2007).
